¿Cómo afecta a las relaciones y comportamientos en el transcurso de nuestra vida?
Dr. Jorge Guareschi (h). Médico Psiquiatra. Psicoterapeuta.
El apego es esa relación de intensidad, de proximidad, de cercanía que tienen la madre y su bebé desde el nacimiento. Desde Oriente consideran que prácticamente todos los males de Occidente estás basados en el apego, en esa forma de relacionarse con algo o con alguien. El apego a las cosas representa uno de los siete pecados capitales que es la avaricia. Hay personas que se desesperan por cosas materiales o por poseer objetos y también el afecto de las personas.
Existe también un apego sano. Desde el nacimiento, el bebé busca una determinada relación de proximidad con la madre. Si es recibido con amor, ese apego será saludable y positivo. Entonces, en los primeros años de vida es positivo, vital, humanamente necesario, imprescindible.
Existen 7 necesidades básicas de supervivencia:
1- NECECESIDAD DE ALIMENTACION: sin comida no podemos vivir.
2- NECESIDAD DE PROCREACION; sin procreación se termina la especie.
3- DEFENSA DEL TERRITORIO BASICO: el lugar que sentimos debemos defender.
4- LA IDENTIDAD: que se construye a través de modelos familiares y sociales más extendidos.
5- LA COMUNICACIÓN: somos seres sociales, que tenemos esa voluntad férrea de comunicarnos, de manifestar lo que nos sucede a otros.
6- NECESIDAD DE PERTENENCIA: qué tipo de dependencia generamos.
7- VALORACIÓN: la auto valoración se construye desde un otro que nos está valorando.
Nos tratamos a nosotros mismos a partir de cómo nos han tratado, básicamente son nuestras figuras de apego: padres, hermanos, tíos, abuelos, nuestro entorno cercano.
Una vida FUNCIONAL es cuando la llevamos bien, con nuestras miserias al hombro pero sin síntomas. Es DISFUNCIONAL cuando genera síntomas.
En una vida disfuncional, que no se lleva de forma satisfactoria, empiezan a aparecer cuestiones vinculadas al estrés físico o psíquico. Por ejemplo, hay madres que no han generado un vínculo funcional por inmadurez o por problemas con su pareja.
El apego disfuncional puede aparecer en todo tipo de relaciones. Si de niños no tuvimos relaciones humanas sanas, es probable que no haya habido un apego positivo en las primeras etapas de la vida. En este sentido, la sobreprotección provoca un apego negativo. Claro que habría que preguntarse quién puede medir cuánto apego es sano o enfermante.
El apego disfuncional de un niño va a generar un adulto con severas dificultades para buscar amistades, parejas, etc. Hay personas que tienen cuestiones fóbicas, se evaden y la causa es el apego disfuncional en su niñez.
Las distintas formas del APEGO generan tres estructuras conductuales diferentes:
1 - SANO. El apego en los primeros años es vital y hasta necesario humanamente. Es una forma o distintas formas de vincularnos o de relacionarnos con los demás seres humanos desde que nacemos. Somos seres biológicos sociales,
HAY UN APEGO SANO, como por ejemplo el recibimiento de un bebé, puesto que es funcional. Eso es lo que necesitamos desde que nacemos.
LO SANO es TE NECESITO PORQUE TE AMO Y NO te AMO porque te NECESITO.
Hay que empezar a reconocer qué tipo de apego hemos tenido en la vida, para reflexionar y asumir como conducirnos y cómo interrelacionarnos con los otros.
2 - SEGURO. Se da en aquellas personas que recuerdan una relación afectiva con una madre sensible y preocupada. Son personas con buenas relaciones interpersonales. Tienen mayor capacidad para resolver conflictos con los otros.
3 - ANSIOSO AMBIVALENTE. Aquellos que han tenido momentos de apego sano y momentos que no. Así será lo que proyectarán en el futuro. Y esto lo manifestarán según el recuerdo que tengan de las relaciones con sus padres. Van a sentir preocupación con sus parejas, temor de que los abandonen y rechacen. Hasta ceden en su identidad para que no los deje el otro. En el apego lo que se busca es que
“no me deje” un otro.
En el apego están las raíces del comportamiento humano. Todo depende de lo que hayamos vivido en cada estadío de nuestras vidas.
4 -INSEGURO. En su desarrollo han tenido que estar solos, tal vez porque sus padres trabajaban. No han tenido una presencia afectiva y contenedora por parte de los adultos, lo que genera situaciones de evasión, rechazo de la intimidad, dificultades en los encuentros sexuales. Hay quienes tienen múltiples encuentros y suelen buscar compañía casi en forma desesperada. Aparecen los altibajos emocionales, celos, duda en la estabilidad del amor y de una convivencia.
La más grave de las dependencias es la dependencia emocional a alguien, lo que lleva cuestiones mucho más complejas o complicadas que la dependencia a algo. Es mucho más difícil de revertir el apego enfermizo a una persona que a un bien material. Hay muchos chicos que se suicidan porque sus parejas los han dejado, de ahí la importancia de analizar estas relaciones, síntomas y conductas, para entender de dónde vienen.
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Dr. Jorge Guareschi
Médico Psiquiatra - Psicoterapeuta
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