Dr. Jorge Guareschi (h). Médico Psiquiatra. Psicoterapeuta.
¿Quién no desea estar en pareja ? ¿Quién no ha buscado el amor ? ¿Quién no ha sufrido por amor? ¿Quién no ha deseado ese sentimiento de enamoramiento? El enamoramiento es quizás la primera de las etapas de una relación amorosa donde los circuitos cerebrales se activan y producen casi la misma sensación que con el consumo de cocaína. Se puede estar mejor sin efectos colaterales indeseables.
¿El amor se busca? El amor se encuentra, te sorprende. Si vamos buscando el amor desesperadamente estamos hablando de una dependencia emocional o de una ansiedad significativa.
Los tres estados bàsicos del ser humano son :
1 - Estar sólo que no es lo mismo que sentirse solo.
2 - Estar en una relación de bienestar en pareja
3 - Estar en una situación de malestar en pareja.
Entre los dos primeros estados, es más saludable estar sin pareja que sintiendo malestar con la misma. Entre darnos la posibilidad de estar con uno mismo y conocernos y estar en un malestar relacional con la pareja, la mayoría opta por lo segundo (por no ser hospitalario con uno mismo). ¿Cuál es el problema principal a nivel interpersonal? Es que aún estando mal tenemos que permanecer al precio que sea con alguien, y esto es la génesis de las enfermedades más graves como depresión, infartos, y hasta cáncer. Es enorme la cantidad de gente que se abandona por estar en malestar en pareja, engordando exageradamente, consumiendo alcohol o sustancias, cayendo en ludopatía, ahogándose en el trabajo o siendo infiel en forma serial. Esto marca un quiebre en la relación. Si están ocurriendo estos síntomas, es porque uno no está bien en pareja.
Si estamos mal sacrificándonos con y/o por alguien le estamos dando un mensaje erróneo a nuestros hijos, es el mensaje más mortuorio que le podemos dar... El «por ustedes me sacrifico» lo hemos recibido casi todos.
Lo que más mata a las personas en occidente es este malestar afectivo relacional crónico que perdura en el tiempo generando un stress conyugal mortal * causa y consecuencia *
Hay que preguntarse: ¿Por qué persisto en esta relación? ¿Por el dinero? ¿Por los hijos? ¿Por mantener la estructura familiar? ¿Por las apariencias? ¿Por los mandatos familiares religiosos y sociales? Hay muchísima gente que prefiere estar en un sostenido malestar con su pareja, máxime cuando hay hijos pequeños, para no separarse y seguir acompañados.
Lo más importante de la vida son los sentimientos y sentirse feliz con un estado interno de bienestar, más allá de las cotidianas miserias y dificultades. Debería ser el sentido de la existencia humana.
¿Qué es lo que marca la vitalidad en una pareja? La presencia del deseo sostenido (es una sensación de atracción entre ambos). Cuando ya dejaste morir este sentimiento durante algunos años es muy difícil reactivarlo. Es complejo reactivar ese sentimiento pero no imposible. Para recomponer no hay otra opción que el diálogo y la acción coherente.
LAS FORMAS DE DISFUNCIONALIDAD
Hay 4 patrones disfuncionales en una pareja:
ESCALADA SIMETRICA: «Vos me dijiste», «Vos sos esto», «Por qué no te morís», elevan el tono de la discusión. Esto es un patrón de interacción comunicativa muy peligroso hasta donde suele ocurrir la violencia física.
INVALIDACIÓN: Uno descalifica al otro con el «no existís», «no hacés nada bien», «no servís para nada», «sos una inútil». Aquí uno de los dos marca una posición tiránica y despótica.
PORTAZO o EVASIÓN: Habla de hombres y mujeres. Es una interacción frecuente donde en general la mujer propone un tema y el hombre se escapa dando un portazo, evadiendo la propuesta dialógica de la mujer, quedando esta sin hablar. No obstante, la mujer debe ser más comprensiva y empática con el hombre que en general tiene dificultades para expresar emociones y comunicarse.
Quizá el hombre debe pedir que lo dejen pensar o elaborar lo que su mujer le está diciendo. El no haber aprendido a comunicarnos, nos impide hablar y la baja autoestima nos lleva a inseguridades, etc.
SUSPICACIAS: Son por ejemplo el ¿qué me estás queriendo decir más allá de lo que realmente me está diciendo? En este proceso se juega con el lenguaje no verbal y la desconfianza de cada uno de los participantes de la comunicación. Las suspicacias (desconfianzas ) pueden venir de ambos lados.
¿De dónde salen estos patrones? Provienen de lo que hemos recibido de nuestra familia de origen. La comunicación que hemos mantenido con nuestros padres y entre ellos.
Para salir de estos cuatro procesos es necesario primero reconocer con humildad y valentía y
segundo aprender a comunicarnos de manera saludable y funcional, expresando lo que
pensamos y sentimos de buena manera, aprender a escuchar activamente al otro.
Esto se conoce como técnica del hablante y del oyente activo.
Dr. Jorge Guareschi
Médico Psiquiatra - Psicoterapeuta
Tel. 341 629-3871
Espacio Pringles Pte. Roca 745
YouTube: Herramientas para Vivir
www.herramientasparavivir.com
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