Quiero agradecer, hoy de manera especial, a quienes hicieron posible el encuentro de la comunidad parroquial el domingo pasado en el almuerzo. Al Colegio María Auxiliadora quien nos permitió usar sus instalaciones para realizarlo. A los cocineros que nos regalaron ese hermoso don que Dios les dio de saber cocinar para tantos y hacerlo realmente bien.
A los que organizaron desde tiempo antes el evento y pusieron tiempo y cariño al servicio, a los que donaron los premios varios para alegrar aún más esta celebración, a los que estuvieron atentos y serviciales para que todo saliera de diez, a los que armaron y desarmaron mesas y sillas, adornaron y limpiaron, y de manera especial nos alegró mucho ver adolescentes y jóvenes de los distintos grupos parroquiales, unidos todos en Cristo y por amor a EL, al servicio de las mesas, sumando juventud y alegría. Que por intercesión de Nuestra Señora del Carmen el Buen Dios les premie a todos y cada uno su entrega y disponibilidad.
A los que organizaron desde tiempo antes el evento y pusieron tiempo y cariño al servicio, a los que donaron los premios varios para alegrar aún más esta celebración, a los que estuvieron atentos y serviciales para que todo saliera de diez, a los que armaron y desarmaron mesas y sillas, adornaron y limpiaron, y de manera especial nos alegró mucho ver adolescentes y jóvenes de los distintos grupos parroquiales, unidos todos en Cristo y por amor a EL, al servicio de las mesas, sumando juventud y alegría. Que por intercesión de Nuestra Señora del Carmen el Buen Dios les premie a todos y cada uno su entrega y disponibilidad.
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