ANÉCDOTA: EL JUEVES SANTO, PASADAS LAS 23 HORAS MIENTRAS EN LA PARROQUIA SE ADORABA A CRISTO EN SILENCIO UN GRUPO DE JÓVENES PARADOS EN LA PUERTA DEL TEMPLO, HABLABAN Y SE REIAN CASI A LOS GRITOS LOS MISMOS SALÍAN DE UN LOCAL CERCANO Y NO PARTICIPABAN DE LAS CEREMONIAS..UN SEÑOR MAYOR AL VERLOS LES PIDIÓ QUE HAGAN SILENCIO EXPLICANDOLES EL MOTIVO ..INMEDIATAMENTE Y CON GRAN OSADÍA UN PAR DE JÓVENES EMPEZARON A BURLARSE Y FALTARLE EL RESPETO AL REAFIRMAR SU PEDIDO EL SEÑOR MAYOR RECIBIÓ EL MISMO MALTRATO DE CASI TODO EL GRUPO GENERÁNDOSE UNA SITUACIÓN TENSA…LUEGO DE UN RATO Y CON BURLAS ESPORÁDICAS SE DISPERSARON..
REFLEXIONES Y OPINIONES:
Cuando los maestros y mayores son agredidos por los adolescentes, es un síntoma del fracaso de sus padres en la educación y también un síntoma de que el sistema disciplinario natural que emana de las leyes no es aplicado por las autoridades. Esto es lo que sucede en todo el país y es fruto de la profunda decadencia de valores que vivimos y a su vez es la señal más clara y peligrosa de que la decadencia se profundizará. LA AUTORIDAD ESTÁ AUSENTE.
El respeto comienza en el hogar. En mi infancia no había gritos, la mirada fulminante de mi padre era suficiente para saber que debía callarme, ir a mi cuarto a estudiar o leer (el que obviamente no contaba ni con TV privado ni computadora) por el resto del día. La imagen de autoridad era suficiente para inspirar respeto sin siquiera levantar la voz. En hogares con padres sin autoridad (bajo ninguna circunstancia digo autoritarios), sin valores, sin esfuerzo, sin ética, sin dignidad, difícilmente salgan personas respetuosas por el otro y mucho menos respeto por los derechos y la vida ajena.
La familia es considerada como muy importante, no obstante hoy día se la destruye sin consideración, abandonando el hogar y desparramando hijos por cualquier lado, «quiero vivir mi vida» se dice con una desaprensión por los valores que deja en claro que prevalece el egoísmo sobre lo colectivo, la familia es la base de la sociedad, por eso la sociedad argentina anda a los tumbos y sin destino
Una sociedad civilizada y evolucionada se construye sobre los valores de sus individuos. Respeto, responsabilidad, familia, esfuerzo, disciplina, honor, lealtad y empatía, los más importantes. Una inquietud que sentimos hace tiempo es: ¿es posible inculcarle a un chico estos valores en la escuela, cuando no existen en el seno de su propia familia?
Hasta los años ’80, en nuestra sociedad argenta, era inconcebible dirigirse a una persona desconocida, mayor de 20 años, tuteándola...y ni hablar si el desconocido peinaba canas ! A partir de los ’80 comenzó poco a poco a imponerse ese tuteo que puede estar bien entre niños y jóvenes, pero que es chocante entre adultos desconocidos. Se erizan los pelos cuando se ve en TV que un periodista joven se dirige a un anciano al que jamás ha visto antes, tratándolo de vos y por el nombre de pila !
El deterioro se incrementó desde que se priorizo la enseñanza de los derechos desde el jardín maternal, y se olvidaron mencionar que había deberes, desde que se permitió que corten una ruta, agredan a un policía, los chorros entren por una puerta y salgan por la otra, desde que la política y el sindicalismo sea la manera más rápida para enriquecerse, desde que surgieron los Oyarbide, Zafaronis, Casanellos, desde que empezaron a pagar un sueldo sin trabajar y un largo etcétera.
REFLEXIONES Y OPINIONES:
Cuando los maestros y mayores son agredidos por los adolescentes, es un síntoma del fracaso de sus padres en la educación y también un síntoma de que el sistema disciplinario natural que emana de las leyes no es aplicado por las autoridades. Esto es lo que sucede en todo el país y es fruto de la profunda decadencia de valores que vivimos y a su vez es la señal más clara y peligrosa de que la decadencia se profundizará. LA AUTORIDAD ESTÁ AUSENTE.
El respeto comienza en el hogar. En mi infancia no había gritos, la mirada fulminante de mi padre era suficiente para saber que debía callarme, ir a mi cuarto a estudiar o leer (el que obviamente no contaba ni con TV privado ni computadora) por el resto del día. La imagen de autoridad era suficiente para inspirar respeto sin siquiera levantar la voz. En hogares con padres sin autoridad (bajo ninguna circunstancia digo autoritarios), sin valores, sin esfuerzo, sin ética, sin dignidad, difícilmente salgan personas respetuosas por el otro y mucho menos respeto por los derechos y la vida ajena.
La familia es considerada como muy importante, no obstante hoy día se la destruye sin consideración, abandonando el hogar y desparramando hijos por cualquier lado, «quiero vivir mi vida» se dice con una desaprensión por los valores que deja en claro que prevalece el egoísmo sobre lo colectivo, la familia es la base de la sociedad, por eso la sociedad argentina anda a los tumbos y sin destino
Una sociedad civilizada y evolucionada se construye sobre los valores de sus individuos. Respeto, responsabilidad, familia, esfuerzo, disciplina, honor, lealtad y empatía, los más importantes. Una inquietud que sentimos hace tiempo es: ¿es posible inculcarle a un chico estos valores en la escuela, cuando no existen en el seno de su propia familia?
Hasta los años ’80, en nuestra sociedad argenta, era inconcebible dirigirse a una persona desconocida, mayor de 20 años, tuteándola...y ni hablar si el desconocido peinaba canas ! A partir de los ’80 comenzó poco a poco a imponerse ese tuteo que puede estar bien entre niños y jóvenes, pero que es chocante entre adultos desconocidos. Se erizan los pelos cuando se ve en TV que un periodista joven se dirige a un anciano al que jamás ha visto antes, tratándolo de vos y por el nombre de pila !
El deterioro se incrementó desde que se priorizo la enseñanza de los derechos desde el jardín maternal, y se olvidaron mencionar que había deberes, desde que se permitió que corten una ruta, agredan a un policía, los chorros entren por una puerta y salgan por la otra, desde que la política y el sindicalismo sea la manera más rápida para enriquecerse, desde que surgieron los Oyarbide, Zafaronis, Casanellos, desde que empezaron a pagar un sueldo sin trabajar y un largo etcétera.
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